Los rayos suelen caer sobre los árboles debido a varios factores:
1 - Altura:
Los árboles suelen ser las estructuras más altas de un área, lo que los hace más propensos a ser alcanzados por un rayo. Los rayos tienden a caer sobre el objeto más alto en su entorno inmediato.
2 - Composición interna:
Los árboles contienen agua y savia, que son buenos conductores de la electricidad. Cuando un rayo cae sobre un árbol, la electricidad viaja a través de la savia y el agua, causando a menudo daños importantes.
3 - Aislamiento relativo:
En un entorno rural o boscoso, los árboles pueden estar relativamente aislados de otras estructuras, lo que aumenta la probabilidad de ser golpeados.
4 - Gran superficie:
La superficie de los árboles, con sus ramas y hojas, proporciona una gran zona de captura de rayos.
Para proteger los árboles contra los rayos, es posible instalar sistemas de pararrayos especialmente diseñados para árboles. Estos sistemas permiten canalizar la descarga eléctrica del rayo hacia el suelo, evitando así daños al árbol.